Sonaba música de circo.
Y tenia el corazón roto.
El mundo a veces puede ser esquizofrenico. Como quien salta a la nada (o el todo) mirando como se va romper en pedazos, y sigue teniendo fe. Una y otra vez, una y otra vez. Seguro que había final para todo esto.
Solo tenia que apagar la tv. Bajar del tren.
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